Un tipo especial de sabor

Hasta un caballo tiene buen gusto. Sobre todo este. El frisón presiente cuando algo anda mal, no solo en el ambiente, sino en la habitación misma. No tolera el desorden ni el alboroto. Su calma no es casual, sino deliberada.

Él se sitúa donde el estilo exige disciplina y la belleza requiere aplomo. Cualquiera que lo mire lo entiende: el gusto no es una cuestión de posesión, sino de sensibilidad.

Cada obra de Brandhoek incluye un certificado de autenticidad original de HAHNEMÜHLE y está registrada en VERISART, una de las plataformas blockchain internacionales líderes en trazabilidad digital. Edición limitada: consulte los detalles en la sección «Edición y Limitación».