“En el momento en que un animal refleja nuestro lugar, surge una nueva responsabilidad de protegerlo”.
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La fuerza es el silencio, no el volumen.
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¿Cuánta naturaleza contiene realmente una habitación?
La forma no es nada sin conexión
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¿Qué es más grande: el animal o el mueble?
La grandeza comienza en la percepción.
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Lo llamamos intrusión cuando la naturaleza regresa.
Quizás nunca se fue; simplemente se quedó en silencio.
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En la naturaleza vemos a los animales como parte del todo.
Un cuerpo extraño en la sala de estar.
Quizás el error esté en la frontera, no en el animal. -
Un animal en una habitación no cambia la habitación: nos cambia a nosotros.
Porque de repente nos damos cuenta de lo poco que nos pertenece.
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Los animales buscan un escenario. Buscan espacio.
Somos nosotros quienes damos sentido al espacio.
