Por qué vemos animales en los sofás y nos reconocemos en ellos
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Un animal en un sofá es más que una imagen: es un reflejo de nuestra naturaleza reprimida. Un ensayo profundo y con fundamento psicológico de Brandhoek sobre la relación entre los humanos, el espacio y los animales.
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Por qué vemos animales en los sofás y nos reconocemos en ellos
A veces solo nos comprendemos a nosotros mismos cuando vemos algo ajeno a nuestro entorno. Un animal en un sofá actúa como un espejo, obligándonos a repensar nuestra relación con la naturaleza. Brandhoek explora precisamente este cambio de perspectiva, en la intersección del arte, la psicología y la ética.
Biología, evolución y neuronas espejo
Nuestro cerebro reacciona con alarma cuando algo inesperado irrumpe en nuestro entorno habitual: un antiguo programa de supervivencia. Pero los animales desencadenan en nosotros mucho más que este simple reflejo: sus movimientos, miradas y posturas hablan directamente a nuestro sistema de empatía. Los interpretamos intuitivamente porque nuestras neuronas espejo responden a ellos. Charles Darwin describió en *La expresión de las emociones en el hombre y los animales * la estrecha relación que existe entre la expresividad emocional de los humanos y los animales.
Psicología de las profundidades: Lo animal que llevamos dentro
Para Carl Jung, el animal era un símbolo del inconsciente: esa parte de nosotros que anhela instinto, cercanía y autenticidad. Cuando un animal se sienta en nuestro sofá, toca ese espacio arquetípico dentro de nosotros: el recuerdo de nuestra propia naturaleza salvaje.
En psicología profunda, esto se llama proyección: A menudo vemos en los animales lo que no queremos ver en nosotros mismos: libertad, ira, calma, independencia. El animal se convierte en un espejo silencioso de nuestro paisaje interior. Interpretamos su comportamiento desde una perspectiva humana, olvidando que su mirada no nos refleja, sino que nos examina.
Simbolismo, mitos e interpretaciones culturales
Durante siglos, los animales han aparecido en nuestras historias, sueños y espacios, como mensajeros, espejos y piedras de toque. En los cuentos de hadas, encarnan extremos morales; en las culturas chamánicas, son mediadores entre mundos; en el arte moderno, se convierten en símbolos políticos. La autora británica Melanie Challenger aboga por traer a los animales a la habitación para que reaparezcan en nuestro lenguaje y ética. Esto es precisamente lo que hace Brandhoek: el arte devuelve a los animales a espacios que durante mucho tiempo hemos definido como exclusivamente humanos.
Las relaciones entre humanos y animales hoy: investigación, ética e identidad
La forma en que percibimos a los animales dice mucho de nosotros. Los estudios demuestran que nuestros valores morales (miedo, control, protección, afecto) determinan directamente cómo tratamos a los animales. El animal en el sofá es, por lo tanto, una prueba ética: ¿Cómo reaccionamos cuando lo desconocido se convierte en parte de nuestra vida cotidiana?
Investigaciones recientes demuestran que los animales experimentan emociones: alegría, tristeza, miedo, curiosidad. Cuando se sientan en nuestro sofá, ocupan el mismo espacio que nosotros. Esto revela cuán profundamente nuestra relación con ellos se caracteriza por el control y la dependencia, una cuestión de poder silenciosa pero fundamental.
Filósofos como J. Howard Moore y Peter Singer abogan por ampliar el círculo moral, desde los humanos hasta todos los seres sintientes. En este sentido, el animal en el sofá se convierte en un símbolo de coexistencia: representa el momento en que se disuelven las fronteras.
Reflexión: Cuando el animal nos mira
Quizás la verdadera sorpresa no sea que un animal esté sentado en nuestro sofá, sino que nos esté mirando. No busca juzgar, sino existir. En esta mirada reside un recordatorio de lo que hemos olvidado: la pertenencia.
Tal vez nosotros mismos llevamos mucho tiempo sentados en un sofá que no nos pertenece, en un mundo que nos mira y nos pregunta si aún lo entendemos.
Brandhoek nos invita a soportar esta mirada. Porque cada animal en la habitación no solo cambia la atmósfera, sino también a nosotros mismos.
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Autor: Brandhoek ᛫ Abril 2022 ᛫ Ciudad del Cabo
Esta obra, Born to Listen, proviene de una colección anterior de Brandhoek en 2022 y ya no está disponible.
Sigue siendo parte de los Archivos Brandhoek, un símbolo del comienzo de una nueva perspectiva.
Lectura adicional
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Charles Darwin: La expresión de las emociones en el hombre y los animales
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Carl G. Jung: Símbolos del cambio
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Melanie Challenger: Animales en la habitación , Revista Emergence
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Psicología Hoy : La vida emocional de los animales
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J. Howard Moore: El parentesco universal